El Estilo paternalista (Receta y guia)
Miguel Ángel Pla
Presidente y Director General
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El paternalista representa uno de los estilos de liderazgo más prevalentes y poderosos en las empresas. Representa una versión “nueva y mejorada” del líder autoritario tradicional: pese a que demuestra toda la fuerza, la determinación y la valentía que producen resultados, también tiene en cuenta a las personas en proceso. Son visualizados como autócratas benévolos, personas que no quieren simplemente controlar a los demás, sino que quieren que sonrían y digan: ¡Gracias!
Se mantiene a un alto nivel de desempeño y espera lo mismo de los demás. Quien cumple con estas demandas recibe recompensas en forma de elogios, ventajas y beneficios, conducta que es más característica del estilo 1,9.
A menudo se adelanta a los demás con sus propias ideas. Esto tiene el efecto de desinflar cuanto entusiasmo pueda haber sentido la otra persona con respecto a su propia idea, especialmente cuando el paternalista ocupa una posición más alta jerárquicamente.
El paternalista busca crear un lugar de trabajo donde es reverenciado y respetado como un mentor, un guardián, “lo máximo” (una persona superior que puede mezclarse con gente de menos valor de una manera protectora, amistosa y compasiva).
¿Cómo es en el nivel de equipo?
El paternalista expresa su desilusión y desaprobación. Las consecuencias de la desobediencia pueden ir desde una observación calculada para inducir culpa (“Pensé que podía contar contigo para manejar esto”) hasta una clara advertencia (“Debemos hablar de tu futuro en esta empresa”).
Los paternalistas consumen la energía de los equipos desviando la atención de lo que es correcto para enfocarla en quién tiene razón.
El paternalista trata a los demás como miembros de su familia más que como colegas, haciendo relaciones laborales demasiado personales. Como si fuera el padre, quiere decirles a sus hijos cómo desempeñarse y les premia y reprime para lograr que se comporten. Se ve a sí mismo como el responsable único por los resultados y ve a los demás miembros del equipo como subordinados cuyo desempeño se refleja directamente en él.
Los paternalistas suelen ser personas competentes y talentosas que superan tanto las expectativas que resultan “mártires”. Esperan demasiado de ellos mismos y tienen problemas para aceptar ayuda porque les disgusta mostrar debilidades. Tienden a ver las cosas en términos de lealtad: “Estás conmigo o en contra de mi”.
Desea también ser el mejor consigo mismo y con los demás. Éste es, por supuesto, un estándar imposible de mantener para nadie y, por lo tanto, los paternalistas caminan permanentemente en una cuerda floja entre los postes del éxito total y el pleno fracaso.