31Jan 2018

In our assessments, surveys, and interviews of over a thousand leaders, many comments stood out, but one in particular was especially powerful and thought-provoking. “Leadership today,” Javier Pladevall, CEO of Audi Volkswagen, Spain, told us, “is about unlearning management and relearning being human.”

What Javier means is, the power of leadership lies in our abilities to form personal and meaningful bonds with the people whom we lead. This is truer now than ever, as millennials are becoming the majority population in most companies. Millennials are not satisfied with only a paycheck, bonus, and benefits. They want meaning, happiness, and connectedness, too.

The problem is about 70% of leaders rate themselves as inspiring and motivating – much in the same way as we all rate ourselves as great drivers. But this stands in stark contrast to how employees perceive their leaders. A survey published by Forbes found that 65% of employees would forego a pay raise if it meant seeing their leader fired, and a 2016 Gallup engagement survey found that 82% of employees see their leaders as fundamentally uninspiring. In our opinion, these two things are directly related.

There is a vast upside to human leadership. As data from McKinsey & Company shows, when employees are intrinsically motivated, they are 32% more committed and 46% more satisfied with their job and perform 16% better.

As human beings, we are all driven by basic needs for meaning, happiness, human connectedness, and a desire to contribute positively to others. And leaders that truly understands these needs, and lead in a way that enables these intrinsic motivations, have the keys to enable strong loyalty, engagement and performance. As leaders, we must be humans before managers.

31Jan 2018

Una buena gestión empieza por potenciar el compromiso de los demás

Directivos y empleados. Y esa extraña relación que se crea entre el poder del uno y la sumisión del otro. Nosotros, pobres trabajadores bajo el mando de un superior tiránico que da órdenes a diestro y siniestro esperando que se le obedezca sin rechistar.

Pero conseguir liderar de manera efectiva y con resultados positivos no es tarea fácil. Este arte de gestionar consistiría en conseguir que nuestros colaboradores quieran hacer lo que tienen que hacer.

Los diferentes sistemas que utilizan las empresas para organizarse y dirigir a sus empleados pueden llevarlas conseguir sus objetivos o no. Utilizar el poder o la autoridad para desempeñar este cometido puede establecer una diferencia importante en la actitud de nuestros empleados y, por ende, en nuestro futuro.

En cualquier diccionario podríamos encontrar como definición más sencilla de poder, la siguiente: “El poder es la capacidad de forzar o coaccionar a alguien, para que éste haga nuestra voluntad aunque prefiera no hacerla. Todo ello derivado de nuestra posición o fuerza”.

Etimológicamente “poder” proviene de la vertiente indoeuropea “poti”, que significa “jefe de un grupo”. Antiguamente se llamaba poti a los cabecillas de las familias o clanes que deambulaban en los tiempos de las cavernas. Lo único que se conocía entonces era el mando absoluto del “jefe”. De aquí nació el genérico sentido de “poder”, que entendemos, normalmente, como ordenar y obedecer.

Ahondando en la confusión que rodea a este término y a lo que conlleva, podríamos decir que la mayoría de las personas identifican “poder” con el uso de la fuerza. Cuando tenemos la certeza de que se está cometiendo un abuso sobre nosotros al darnos una orden, podremos obedecerla, pero en la mayoría de los casos lo haremos con hastío y sin reconocer la legitimidad de la autoridad de quien nos la da. Reaccionaremos con hostilidad, nuestra autoestima bajará, disminuirá nuestro rendimiento y estaremos más expuestos a errores y accidentes.

El sujeto que utiliza esta forma de mando se convierte, también, en una “víctima” de sus propios actos. Al proceder de esta manera verá en los demás riesgos y peligros, insuficiencias y defectos. Se convertirá en una persona que no aporta la confianza necesaria a sus subordinados y perderá la posibilidad de estar en contacto con ellos y saber, de primera mano, lo que sucede en su empresa. Utilizar expresiones como: “¡porque sí!”, “¡yo soy el jefe y basta!” o “¡Cumpla sus órdenes y basta!”, provocará conflictos y malestar entre los empleados.

Además, cuando en una compañía el liderazgo y las normas son rígidas, fijas e inmutables, la comunicación entre los componentes del equipo empresarial es indirecta, vaga y poco sincera. Todo esto provocará que se cree, dentro de la empresa, una organización problemática.

Otro método mucho más efectivo para estructurar y dirigir una empresa es saber discernir entre poder y autoridad, saber identificar los pequeños matices que marcan la diferencia y asumirlos. Lo que la distingue del poder estribaría en que, esta vez, el directivo va a conseguir que su equipo haga voluntariamente lo que ellos quieren, lo que él quiere, de una manera eficaz y contando, a través de su liderazgo, con la involucración responsable de los trabajadores.

La autoridad de una persona es reconocida por los demás, al mostrarse el individuo tal y como es, de la manera más natural posible. Se apoyará a los miembros del equipo con frases tales como: “¿Cómo has pensado hacerlo?” “en mi opinión…” o “me gustaría pedirte…”.

Las organizaciones que se rigen mediante este principio se caracterizarán por un estilo de liderazgo, normas flexibles, apropiadas y sujetas a cambios y por una comunicación directa, clara, específica y sincera. Esto dará la posibilidad de generar una organización vital, que apoya y nutre a sus miembros.

La dicotomía de disponer y cumplir esconde todo un mundo de parámetros y condiciones que cada persona debe tener en cuenta antes de llevarlas a cabo. En este caso la figura del coach ejecutivo se vuelve relevante, ya que orientará al directivo en la búsqueda de las mejores herramientas para saber gestionar equipos de forma responsable y adecuada, haciendo prevalecer la autoridad respecto al poder. La metodología CORAOPS®, que integra las principales corrientes de coaching y buenas prácticas del management, nos ayuda a comprender y reflexionar sobre nuestra gestión para el eficaz desarrollo de nuestro trabajo.

30Jan 2018

Miguel Ángel Pla
Presidente y Director General
direccion@miguelpla.com
Teléfono: (81) 83 78 47 10

Las personas que no tienen una experiencia en el liderazgo tienden a sobreestimar la importancia de un título de liderazgo.

Usted puede concederle una posición a alguien, pero no puede concederle un verdadero liderazgo.

La influencia debe ser algo que se gana.

Una posición le da a usted una oportunidad. Le da la ocasión de probar su liderazgo. Hace que las personas le den a usted el beneficio de la duda por un tiempo, pero luego de ese tiempo, usted se habrá ganado un nivel de influencia, para bien o para mal.

Los buenos líderes obtendrán la influencia que respalda su posición.

Los malos líderes disminuirán su influencia hasta que sea menos de la que tenían cuando iniciaron con esa posición.

Hay que recordar que una posición no lo hace al líder, es el líder el que hace la posición.

29Jan 2018

Miguel Ángel Pla
Presidente y Director General
direccion@miguelpla.com
Teléfono: (81) 83 78 47 10

Se busca la completa satisfacción del cliente para diferentes fines, por otra parte puede ser el lograr la máxima productividad por parte de los miembros de la empresa que genere mayores utilidades, también se puede ver como un grado de excelencia, o bien puede ser parte de un requisito para permanecer en el mercado aunque no se esté plenamente convencido de los alcances de la calidad.

La calidad es satisfacer las necesidades de los clientes, esto trae como consecuencia que surja en las organizaciones la importancia de tener calidad en todas ellas.

La importancia de la calidad se traduce como los beneficios obtenidos a partir de una mejor manera de hacer las cosas y buscar la satisfacción de los clientes, como pueden ser: la reducción de costos, presencia y permanencia en el mercado y la generación de empleos.

• Reducción de costos.
Automáticamente los costos se reducen ya que la organización tendrá menos reprocesos, con esto, las piezas que se desechaban, ahora serán utilizadas, las personas que se encargaban de volver a reprocesar dichas piezas, ahora podrán dedicarse a la producción y el tiempo que le dedicaban a este mismo los podrán utilizar para innovar nuevos productos o mejorar sus sistemas de producción, también ocasionando un ahorro en el tiempo y los materiales ocupados para la elaboración del producto.

• Disminución en los precios.
Como consecuencia en la reducción de costos, ocasionado por el menor uso de materiales, por la reducción en los reprocesos, por el menor desperdicio y por el menor desgaste humano, la productividad aumenta considerablemente y el precio del producto o servicio puede ser menor.

• Presencia en el mercado.
Con una calidad superior a la de la competencia, con un precio competitivo, con productos innovadores y cada vez más perfeccionados, el mercado reconoce la marca creando una confiabilidad hacia los productos fabricados o servicio otorgados; lo que redunda en una presencia sobresaliente en el mercado.

• Permanencia en el mercado.
Como consecuencia de las ventajas antes mencionadas, la empresa tiene alta probabilidad de permanecer en el mercado con una fidelidad por parte de los consumidores.

• Generación de empleos.
Al mejorar la calidad, con un precio competitivo, con presencia y permanencia en el mercado, se pueden proporcionar más empleos, que a su vez demuestra un crecimiento en la organización y cumple íntegramente con uno de los objetivos de la empresa.

¿Cuáles son los requisitos para lograr la calidad?

•Se debe ser constante en el propósito de mejorar el servicio y el producto.
•Al estar en una nueva era económica, estamos obligados a ser más competentes.
•El servicio o producto desde su inicio debe hacerse con calidad.
•El precio de los productos debe estar en relación con la calidad de los mismos.
•Se debe mejorar constantemente el sistema de producción y de servicio, para mejorar la calidad y la productividad para abatir así los costos.
•Hay que establecer métodos modernos de capacitación y entrenamiento.
•Se debe procurar administrar con una gran dosis de liderazgo, a fin de ayudar al personal a mejorar su propio desempeño.
•Se debe crear un ambiente que propicie la seguridad en el desempeño personal.
•Deben eliminarse las barreras interdepartamentales.
•A los trabajadores en lugar de metas numéricas se les debe trazar una ruta a seguir para mejorar la calidad y la productividad.
•El trabajador debe sentirse orgulloso del trabajo que realiza.
•Se debe impulsar la educación de todo el personal y su autodesarrollo.
•Se deben establecer todas las acciones necesarias para transformar la empresa hacia un fin de calidad.

29Jan 2018

Diveristy is a prominent challenge facing businesses today. Most employers are aware that diveristy in the workplace is important, yet many don’t realize that their workforce isn’t as diverse as they believe it to be – or as diverse as it could be.

To gain some insight into the specific challenges surrounding diversity and how employers can overcome them, we reached out to a panel of HR pros, consultants, and diversity experts and asked them to answer this question:

What’s the single biggest challenge employers face with diversity in the workplace (and how can they overcome it)?

One of the most important and challenging aspects is…

First creating an inclusive culture where diversity lives and is leveraged to foster innovation and ultimately better business outcomes. Many organizations tend to focus on tactics first…compliance training, hiring and promoting more females and underrepresented minorities, etc. Yet, if the foundation of an inclusive culture doesn’t exist – one that welcomes new ideas, experiences and points of view – the likelihood of retaining talent is slim. Start by focusing inward to discover your talent experience with the lens of inclusion and be honest about how your culture addresses multiple facets of diversity such as embracing diversity of thought, cultivating innovation and addressing biases. From there it’s critical to get the organization buy-in and executive sponsorship needed to redesign experiences and bring them to life to create the environment where everyone can do their best work.

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