20Apr 2018

Miguel Ángel Pla
Presidente y Director General
direccion@miguelpla.com
Teléfono: (81) 43 00 25

Cuando se trata de persuadir todos nos podríamos apuntar a que “Los altavoces refuerzan la voz, pero no los argumentos” pero también es cierto que muchas veces se tiene más en cuenta el nivel de ruido o la jerarquía para tomar decisiones. Y así nos va…

Un nivel algo más sutil que el anterior es el de persuadir desde nuestra visión personal de las cosas, tendiendo así a argumentar y defender con pasión aquellos puntos de vista que están de acuerdo con nuestras creencias, pensamientos, sentimientos, valores y experiencias.

No ver el mundo con los ojos sino con nuestro cerebro, nos suele llevar con frecuencia a descuidar datos y comprobaciones y a pretender infantilmente que aún así los demás nos sigan y se entusiasmen con lo que proponemos.

Lo que vence pero no convence

Muchos de los planteamientos habituales -especialmente vinculados a formas pobres de ejercer el liderazgo- son poco eficaces porque ni son objetivos ni son formalmente correctos.

1. Plantear las cosas en términos absolutos y competitivos (para ganar), sin un análisis objetivo de datos. Algo que se hace desde estilos “autoritarios” y que también se ve mucho en las tertulias de televisión. Como consecuencia, los demás se cansan y se limitan a ceder… sin sentirse convencidos.

2. Defender los puntos de vista personales con arrogancia y/o “aires de superioridad” y sin dar apenas espacio a lo que otros puedan decir. Un ejemplo típico de este estilo “paternalista” suele ser el “te lo digo por experiencia”.

3. Solo argumentar de un modo “oportunista”, es decir, en función del beneficio personal y no del colectivo, bien sea imponiendo u ocultando el propio criterio en función de que las circunstancias lo permitan.

4. Actuar con un estilo “conservador” y así defender una posición o la otra según vayan las cosas y de qué personas se trate. Un caso típico es cuando esto se hace en función de la jerarquía o antigüedad.

5. Dejar pasar las cosas, esperar que se resuelvan solas y defenderse con el típico “A mi no me informaron de eso…”

6. Argumentar desde un estilo “amistoso”, es decir, con muchas precauciones o de una forma indirecta para evitar un posible rechazo de los demás: “A lo mejor me equivoco, pero creo que…”

Cultiva tu liderazgo argumentando mejor

Es fácil ver los estilos que “vencen pero no convencen” en los demás. Es algo más difícil verlos en uno mismo. Sin embargo, “haberlos hailos” y cada cual tiene su tendencia.

A partir de ella estaría bien reconocer que lo más eficaz suele ser tomar decisiones en función de las circunstancias y basándolas en la información disponible. Y lo contrario no solo lleva a malas decisiones sino a generar una progresiva desmotivación y desconfianza.

Con todo esto, si quieres comunicarte de un modo más eficaz y así trabajar tu liderazgo desde la argumentación quizás podrías considerar lo siguiente:

1. Practicar la “escucha activa” como fuente objetiva de información y también como ejercicio de inteligencia emocional. ya que no solo se convence con el “qué” sino también con el “cómo”. Fondo y forma son inseparables.

2. Trabajar siempre que se pueda con datos y hechos objetivos y, consecuentemente, con flexibilidad y apertura para atender y ceder la razón a ideas contrapuestas si alguien demuestra con datos sus planteamientos.

3. Utilizar con rigor los datos a la hora de presentarlos

4. La defensa de las propias ideas no debería caer en el absolutismo. Incluso aunque los datos las apoyen rotundamente. Un argumento lleno de datos pero falto de empatía puede ser rechazado por crear la sensación de que hay ganadores y perdedores. Por eso nunca estará de más utilizar el lenguaje con habilidad y adaptando nuestro estilo a cada persona.

18Apr 2018

Miguel Ángel Pla
Presidente y Director General
direccion@miguelpla.com
Teléfono: (81) 43 00 25

El poder para cambiar se origina en un solo lugar: dentro de su propia empresa.

En pocas palabras, nuestra metodología le dará acceso a ese poder. Ayudamos a las organizaciones a construir relaciones excepcionales y una cultura sana incrementando el uso diario de la honestidad, la franqueza, la sinceridad y la solución de problemas, creando niveles más altos de confianza y respeto. El resultado es un aumento en la creatividad y solución de problemas y mayores niveles de productividad. Ayudamos a los equipos a desplegar un liderazgo comprometido, apasionado y visionario.

La metodología de Grid se basa en una teoría comprobada sobre el comportamiento humano que trasciende las fronteras culturales y fomenta la innovación y el deseo de cambio, una dirección clara y un ambiente de trabajo energético que fomenta la honestidad, la integridad y la crítica.

Nuestra metodología retira el “asesor externo” del proceso de aprendizaje para que la gente aprenda investigando y resolviendo problemas que los afectan de manera directa. Nuestro proceso de aprendizaje auto-convincente da a las personas una mayor propiedad y compromiso a sus propias soluciones, aumentando la confianza en sí mismos y en la capacidad de su organización para transformarse y crecer.

El programa El poder para cambiar de Grid, el cual consiste de seminarios de liderazgo, talleres de formación de equipos y diseños de desarrollo, permite a las organizaciones crear las dinámicas imperantes internas para un cambio verdadero enfocado en los resultados.

16Apr 2018

Les informamos que nuestro número telefónico ha cambiado:

Miguel Ángel Pla
Psicoterapeuta – Coach personal y ejecutivo

Teléfono: (81) 43 00 25
Móvil: 81 11 65 92 70

Correo: direccion@miguelpla.com

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16Apr 2018

Miguel Ángel Pla

Presidente y Director General

direccion@miguelpla.com

Teléfono: (81) 43 00 25

Se hace posible una vez que se cumplen estas cuatro condiciones:

1. Una base de teoría, perspicacia, conocimiento, experiencia

La teoría de Grid define siete estilos distintos de los comportamientos de mando que sirven como una base para el entendimiento compartido. La teoría define comportamientos en un contexto sistemático que crea una lente nueva y objetiva. Esta nueva visión se logra sin perder de vista las emociones vitales, convicciones y valores que conducen el comportamiento y definen a la gente como individuos. En lugar de eso, la gente y los equipos aprenden a considerar los comportamientos en un contexto nuevo, más objetivo. Los participantes filtran las percepciones subjetivas del el comportamiento por la lente de Grid para entender por qué un acercamiento de solución de problemas funciona mientras que otros fallan de manera rotunda; por qué un acercamiento a la toma de decisiones tiene éxito mientras que otro deja una estela de conflicto y resentimiento.

2. Eliminación de auto-decepción
La autovaloración raras veces es objetiva. La mayoría de la gente no ve sus comportamientos de mando individuales de manera realista o como los otros los ven, pero en cambio ven sus propias intenciones. Intencionalmente o no, la mayor parte de individuos ven de manera natural sus propias características positivas y minimizan lo negativo, incluso si esto significa desviar la realidad un poco.

Esta auto-decepción crea un hueco de conciencia entre la manera en que nosotros nos vemos y lo que los otros en realidad experimentan. Las percepciones se distorsionan aún más mientras uno es ascendido en una organización o trabaja en los ambientes que evitan la candidez y la crítica sana. Por consiguiente, la gente dice lo que los otros quieren oír y así evitan enfrentar defectos y problemas. Mientras más larga se hace esta aceptación silenciosa, más se refuerzan los comportamientos poco sólidos y menos equipos crecen y organizaciones prosperan.

3. Reconocimiento del hueco
Una manera efectiva de empezar a cerrar la distancia entre las intenciones y las acciones es discutir, aclarar y definir actitudes con respecto a cómo luce el comportamiento sano en las interacciones diarias. Estas discusiones establecen un modelo de comparación y medición del comportamiento real mientras ocurre.

El modelo proporciona una base sólida dando a la gente nuevas formas de dirigirse a los individuos y a los comportamientos de los equipos de liderazgo de manera objetiva en lugar de criticar a la gente por estar “mal” o “equivocada”. Grid ofrece una forma de enfocarse en el comportamiento y su impacto y no a la persona como individuo.

Con un modelo de buena conducta en su lugar y la auto-decepción a un lado, se desarrolla una fuerte tensión a medida que la gente comienza a reconocer los comportamientos en sí mismos y en los demás en comparación con otros comportamientos que consideran sanos. Ésta tensión crea la motivación para cambiar dichos comportamientos y mejorar desde adentro hacia afuera.

4. Apoyo del equipo
Los nuevos comportamientos toman tiempo para el cambio. Otra de las claves para el éxito es la fuerza de apoyo de otros. El apoyo del equipo mantiene el cambio en marcha con la participación de las personas que trabajan con usted todos los días. Los colegas y compañeros de trabajo le proporcionan apoyo e ideas creativas para fortalecer las estrategias de cambio personal. Toda conversación o interacción tiene el potencial de nuevas perspectivas, ideas creativas, oportunidades y en última instancia la sinergia, lo que nunca ocurriría si los comportamientos y estrategias permanecieran ocultas y sin tratar.

13Apr 2018

Miguel Ángel Pla
Presidente y Director General
dirección@miguelpla.com
Teléfono: (81) 43 00 25

Hay 3 factores que destacan cuando examinamos el perfil de los líderes que resultan ser grandes iniciadores: decisión, responsabilidad y comprensión del riesgo.

En la decisión es tener tendencia a actuar con rapidez es sin duda una característica de los iniciadores puesto que el éxito de muchos esfuerzos depende de que se lleven a cabo en un corto espacio de tiempo.

Los líderes que muestran decisión en las direcciones que inician claramente han aplicado una estrategia muy meditada para elegir el camino que proponen.

Planificación, organización y pensamiento estratégico combinados con la orientación a la acción son esenciales para el líder que necesita mostrar decisión.

Cuando los líderes pueden actuar con rapidez, los demás perciben como alguien que toma la iniciativa. Muchas decisiones no son simples y requieren estudio, análisis y discusión. Cuando un líder comunica continuamente el progreso de la decisión y es visto por los demás como alguien que avanza con rapidez, entonces la gente tendrá la impresión de que se trata de alguien que toma la iniciativa.

El líder que estudia, analiza y discute pero no comunica nunca su progreso es visto a menudo como alguien que paraliza o ralentiza.

Lo contrario de aceptar la responsabilidad es señalar con el dedo. Cuando las personas tratan de evitar asumir responsabilidades, siempre buscan a alguien o algo para echarles la culpa de sus errores. Cuando esto se convierte en la reacción mas común dentro de una organización, la cultura pasa a ser muy disfuncional.

Cuando los lideres dan ejemplo al asumir sus responsabilidades, los demás se animan también a hacerlo con mas frecuencia.

A veces el riesgo es grande y en otras insignificante y un aspecto de comprender el factor de riesgo pasa por ser capaz de anticipar las consecuencias de las elecciones.

Algunos lideres temen más al riesgo que otros por varias razones y aunque no queramos juzgar si es mejor tomar riesgos grandes o pequeños, los mejores líderes del mundo siempre tienen que convivir con cierto nivel de riesgo.

Los líderes trabajan en un estado permanente de evaluación de los riesgos de las inversiones, las reorganizaciones, las estrategias para tomar decisiones afectivas para la empresa.

Tampoco hay que llegar a niveles de riesgo insensatos.

Por este motivo, correr riesgos calculados y adecuados y comprenderlos para conseguir los resultados deseados en un aspecto clave de inspirar a los demás.

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