Cómo reconocer la cultura corporativa

Miguel Ángel Pla
Presidente y Director General – MPC
direccion@miguelpla.com
Teléfono: (81) 83-78-47-10

La cultura puede reconocerse examinando las actitudes, creencias y opiniones que las personas se comunican en forma cotidiana incluye las tradiciones, las prácticas y los presentes establecidos durante largo tiempo, que se han convertido en las formas usuales de interrelacionarse y resolver problemas.

Son las reglas y lineamientos que indican a los miembros cómo participar, qué hacer y qué no hacer.

Los equipos necesitan convenir en un conjunto de metas y objetivos comunes, para poder lograr dividir la carga de trabajo en una forma estratégicamente sensata.

Los miembros de la organización se amoldan a los requerimientos que se les hacen, es decir, a las expectativas de los demás, lo cual es un aspecto central de la cultura corporativa.

La disponibilidad para amoldarse es lo que permite la regularidad, el orden y la predictibilidad. La adhesión a las normas del grupo proporciona una base para el esfuerzo organizado. Amoldarse de manera autorregulada provoca una sensacion de identificacion, pertenencia y solidaridad.

A los líderes fuertes con frecuencia se les identifica la grandeza, con los logros y con las causas moral e intelectualmente sólidas. El patriotismo es la identificación con un país y sus actos. La lealtad es la identificación con una causa o una persona.

Para que la cultura cambie, deben cambiar las personas.

Para que una persona interactúe eficazmente con otra debe comprender al menos 3 aspectos y actuar de acuerdo a ellos: la motivación humana, los usos y abusos del poder y la autoridad y la manera en que la dinámica de la conformidad influye en la manera en que las personas piensan y sienten.

Tome nota de algo: Cuando una empresa permite que sus miembros se administren a sí mismos y entre sí se empieza a crear una cultura que promueve las relaciones entre las personas y que tiene dos consecuencias fundamentales:

1. Los individuos pueden ser maduros y aceptar el reto de lograr objetivos con los que abiertamente pueden comprometerse.

2. Como los objetivos con los que se han comprometido son acordes a los propósitos de rentabilidad de la organización, ésta moviliza sus recursos humanos de manera que logre sus objetivos. Se fusionan los intereses personales y los corporativos.

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