A menudo creemos que desarrollar una voz propia de líder es lo mismo que encontrar maneras de parecer más seguro. Damos por hecho que el éxito depende de imitar a otro, aumentar nuestro autobombo o hablar más alto que los demás. Sin embargo, en vez de vivir con el síndrome del impostor o sentirnos exhaustos por mantener cara de póker todo el día, podemos construir una confianza verdadera en nosotros mismos centrándonos a diario en cultivar muchas partes distintas de nuestra voz de líder. En definitiva, debería cultivar suficientes partes para que, independientemente de la situación de liderazgo o el público al que se enfrente, pueda responder de una manera auténtica, constructiva y efectiva. Así que, ¿cuáles son las voces dentro de usted a las que debe escuchar y que debe ir cultivando? ¿Y cuáles son las situaciones que justifican cada voz?
La voz de carácter. Debe tenerla en cuenta, ante todo. Es la parte de tu voz que es constante y consistente. Se basa en principios fundamentales sobre quién quiere ser y que es lo que guía y motiva sus interacciones con otros. Algunos líderes han compartido conmigo que mantienen principios clave como “conceder el beneficio de la duda”, “no tomarse las cosas personalmente”, “centrarse en lo que es lo mejor para el negocio” o “ser directo de manera respetuosa” cuando están teniendo una conversación difícil, una reunión o un conflicto potencial. Apoyarnos en el carácter que sabemos que tenemos impide que nos convirtamos en camaleones, tengamos reacciones de lucha o huida o solamente mostremos respeto cuando hay una ganancia o beneficio comercial y seamos descorteses con otros que consideramos que tienen menos valor. La voz del carácter es, en definitiva, la definición de quién es y las intenciones y las motivaciones que guían su discurso y sus acciones.
La voz de contexto. Mientras asume puestos cada vez superiores, su vista y perspectiva de negocios crecen. Tiene una imagen más completa. Entones, parte del trabajo se convierte en encontrar maneras de expresar y comunicar esa imagen completa a otros. A menudo, mientras corremos contrarreloj, nos sumergimos directamente en los detalles de la presentación, reunión o conversación, sin tomarnos unos minutos extra para sentar unas bases adecuadamente o compartir un contexto crítico. Algunos momentos en los que puede utilizar más su voz de contexto son:
- Al compartir la visión, estrategia o cambios organizativos próximos con otros.
- Al realizar presentaciones a ejecutivos, para ser claro sobre por qué está allí y qué necesita.
- Al poner en marcha una reunión con su equipo y presentar la perspectiva general del tema tratado.
- Al hacer que sus criterios de toma de decisiones o razonamiento sean transparentes para los demás.
La voz de la claridad. En un mundo de lugares de trabajo de alta intensidad, tiene la oportunidad de ser la voz de la claridad y ayudar a su equipo a mantenerse centrado en las prioridades más importantes. Los líderes que visualizan nuevas posibilidades, reflexionan en voz alta o tienen reacciones reflejas corren el peligro de que los equipos traten de trabajar a su antojo y acaben dispersos, diluidos y descentrados, dejando sin cumplir sus entregas en las victorias posiblemente más importantes. Estas son algunas maneras de ser la voz de la claridad para ayudar a canalizar la energía de los motores de los demás de manera más productiva:
- Al comienzo del año, siéntese con cada informe para priorizar y aclarar cuáles son los posibles grandes triunfos en cada una de las áreas. Una de mis clientas me contó que pregunta a cada miembro: “si fuéramos a publicar esto en un periódico, ¿qué te gustaría que dijeran los grandes titulares sobre ti y tu equipo al final del año?”.
- Vuelva periódicamente a ayudar a los compañeros que le reportan directamente, a priorizar sus tareas. Puede hacer esto en reuniones privadas o con su equipo al completo.
- Dé la capacidad a su equipo de decir “no”.
La voz de la curiosidad. Como líder, tiene la responsabilidad de dirigir, compartir información y tomar decisiones importantes. No obstante, debe estar seguro de que no enfoca cada situación como si tuviera todas las respuestas o como si debiera asesorar sobre cada una de ellas, resolver todos los problemas o arreglar todo lo que encuentre. En muchos casos, ser la voz de la curiosidad es la mejor elección. Como uno de mis clientes una vez compartió conmigo sobre cómo enfrentarse al rechazo de los demás, “aunque confío en mi propio juicio de los negocios y en mis instintos, sé que mi organización ha contratado a personas muy inteligentes. Por lo tanto, si uno de mis compañeros o un miembro de mi equipo tiene una perspectiva distinta o rechaza algo, no me lo tomo como algo personal. En cambio, tengo mucha curiosidad por entender su razonamiento para que podamos encontrar la mejor solución”. Algunas situaciones en las que usar su voz de la curiosidad puede ayudarle a usted y a sus compañeros a progresar son estas:
- Cuando está realizando un trabajo que depende de otros se logrará encontrar una mejor solución escuchando todas las perspectivas antes de tomar una decisión definitiva.
- Cuando esté orientando a un subordinado directo, haciendo buenas preguntas, ayudándole a crecer de distintas maneras, explorando problemas a los que se enfrenta o ayudándolo con su desarrollo profesional.
- Cuando se encuentre en una conversación difícil en la que esté escuchando a alguien, es importante mostrar emociones, entender las necesidades y la visión de la otra parte y después decidir la mejor manera de avanzar.
La voz de conexión. Según crezca el alcance de su control o influencia, puede ser cada vez más difícil conectar con una cantidad creciente de compañeros, redes estratégicas y equipos. A menudo tenemos a personas trabajando para nosotros en niveles mucho más bajos de la organización y, por ello, dejamos de conocer a todo el mundo en nuestra área y debemos buscar maneras de mantenernos en contacto y visibles. Hay distintas maneras de ser la voz de la conexión. Algunas maneras en las que he visto a alguien o hacer esto efectivamente son:
- Aumente su habilidad de cuentacuentos. Las historias hacen que nuestros puntos sean memorables e importantes. Pueden avivar un discurso de apertura o una reunión de todos los empleados, ayudar a explicar claramente un punto importante de la presentación o ayudar a cerrar un acuerdo o transacción.
- Dé las gracias y reconocimiento a los demás. Nuestros equipos y compañeros a menudo hacen todo lo posible para asegurarse de que se cumple con los resultados, los ingresos son altos y los clientes están satisfechos. Cuando utilizamos nuestra voz de la conexión, recordamos expresar gratitud a un equipo que trabajó durante las vacaciones para cerrar las finanzas al final del trimestre o hablar con un compañero que hizo una valiosa presentación o recomendación para nosotros.
- Invierta algunos minutos en alguna actividad para romper el hielo al comienzo de una conversación o reunión. A menudo, queremos ir directamente a los negocios, y por eso nos saltamos los juegos o cumplidos que ayudan a construir relaciones con otros. Cuando sea posible, y especialmente con compañeros que valoran este tipo de conexión, dedique unos minutos a conectar antes de comenzar con el trabajo. En los días en los que tenemos poco tiempo, dígalo desde el principio y de manera transparente, para no crear ningún malentendido. Puede comentar algo como “estamos un poco limitados de tiempo hoy, así que sería genial si pudiéramos empezar directamente”.
Descubrir y desarrollar su voz como líder es el trabajo de toda una vida. La clave es mantenerse abierto a la vez que aumentan la cantidad de situaciones y personas. Aproveche cada situación como una oportunidad de acceder a más partes de su voz, en vez de tener un enfoque de “una vale para todas”. Utilice sus voces de carácter, contexto, curiosidad, claridad o conexión en el momento o situación adecuados. A través de este tipo de aprendizaje y crecimiento, no solamente aumentará su confianza interna y resistencia, sino que también inspirará la confianza de los demás de una manera más auténtica e impactante.