Miguel Ángel Pla
Presidente y Director General
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Teléfono: (81) 83 78 47 10

Hacer una lluvia de ideas para aumentar la capacidad de innovación en las tareas que se desempeñan a diario en el lugar de trabajo, suele desarrollar en la mente un laberinto donde la salida no es tan clara, y termina bloqueando la imaginación de muchos. Pero corregir esto puede ser más fácil de lo que se imagina, y mejor aún, puede traer resultados favorables en su desempeño laboral.

De acuerdo con un estudio realizado por IBM a más de 1500 CEOs de 33 Industrias y 60 países, los directivos hacen un proceso de selección de personal para sus organizaciones basándose principalmente en la capacidad de innovación que tenga cada candidato. Esto quiere decir que los perfiles disciplinados, íntegros, y con inteligencia conceptual y emocional aceptable pasaron a un segundo plano al momento de obtener éxito en estos procesos de selección.

Tener la capacidad de crear nuevas ideas se ha convertido en la habilidad más deseada por las organizaciones al momento de marcar un punto diferencial con su competencia en el mercado.

Si aún no ha encontrado una fórmula para desarrollar ideas innovadoras, le tenemos los siguientes consejos:

Enamórese de lo desconocido: El objetivo de muchas organizaciones es cuidar las tradiciones que han permitido el posicionamiento de las mismas. Esto ha hecho que se existan culturas organizacionales en donde la toma de decisiones se basa en no afectar el statu quo, y no se consideran los beneficios que se obtendrían si se implementan nuevos campos de acción.

Dar espacio a ideas que no conocía puede jugar un papel muy importante al momento de marcar la diferencia.

Investigar nuevas formas de hacer las tareas actuales será el primer paso para entender que puede haber procesos nuevos que se pueden implementar, ayudando así no sólo a mejorar la productividad sino también llegar a públicos nuevos en el mercado.

Acuda a varias fuentes: La innovación no llegará estará si se sigue haciendo lo mismo con las mismas personas. Es importante cambiar la fórmula para obtener resultados diferentes.

Desde los años 60s se han implementado proyectos interdisciplinarios. Estos han logrado solucionar problemas pequeños en las empresas, en medida en que se permite al trabajador interactuar con otras áreas de trabajo.

Conocer varios campos de acción dentro de la organización permite al empleado ver varios puntos de vista sobre la misma problemática, abriendo así un abanico de posibilidades que no antes desconocidas si se continúa en un mismo ambiente y con la misma lógica.

Rodéese de jóvenes: Los jóvenes han empezado a jugar un papel protagónico al crear nuevas ideas de negocios. No sólo porque son los consumidores actuales, sino también porque tienen un contexto diferente que compartir.

Aunque para muchas personas la experiencia es más relevante que la imaginación, esta ecuación ha empezado a cambiar.

Parte de la tarea que se tiene que hacer con los jóvenes es valorar las cosas exitosas que han logrado. Aprender de sus errores y de su falta de temor al fallar, permite entender que a través del fracaso se puede aprender a dar soluciones a los problemas.

Ahí está la clave. Redefinir el concepto que se tiene de errar, puede ser una llave que abra la puerta a nuevas ideas. Tenga en cuenta que esos errores trabajados con pares o con personas de otro nivel de experiencia fomentará la creación de ideas más llamativas para el mercado.

Dedique tiempo para usted: La cotidianidad es el enemigo número uno de la innovación. Romper con la rutina laboral puede darle un respiro a su mente cuando sienta que las ideas no fluyen.

Meditar, caminar, hacer ejercicio o cualquier otra actividad que le permita encontrarse con su yo interior es clave para relajar el cerebro y focalizarlo en tareas de segundo plano.

Bajar la presión de la situación permite al cerebro desarrollar salidas de acción que traen consigo ideas más llamativas.

Analice y aproveche las limitaciones: Toda solución a un problema trae consigo una serie de limitaciones. Estas no deben convertirse en una razón para matar una idea nueva, sino que por el contrario pueden ser las aliadas al momento de potencializar los puntos favorables que se tiene con cada una de ellas.

Con esto se busca que los límites que se tienen al momento de implementar una idea no terminen matando la inspiración. Es todo lo opuesto. El objetivo es que se conozca tan bien los límites para poder optimizar con ello procesos, recursos y talentos humanos, y fortalecer así cada idea innovadora.

Fomentar la creatividad es un hábito que se debe desarrollar en cada actividad que se realice en el día a día. Por eso, acudir a especialistas en el tema también le ayudará a crear nuevos escenarios en donde su mente adopte nuevas herramientas que le permitan convertirse en un ser más creativo.

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