Miguel Ángel Pla
Presidente y Director General
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Teléfono: 83 78 47 10

La mayoría de las personas que desean el éxito, cuando inician el viaje, se concentran casi por completo en sí mismas, no en los demás. Por lo general, piensan en lo que pueden conseguir en cuanto a posición, poder, prestigio, dinero y beneficios adicionales. Pero esa no es la manera de alcanzar un éxito verdadero. Para lograrlo, hay que brindarse a los demás.

Es tan esencial dedicarse a ayudar a otros a ascender a un nivel superior. Y esto se aplica a todas las áreas de nuestra vida: en el trabajo y en casa, en la iglesia y en el club.

Guiar a los demás es una vocación tan gratificante, ¿por qué no lo hace todo el mundo? Una razón es que hay que trabajar para ello. Pero existen muchas otras. He aquí algunas de las más comunes:
• Inseguridad: Sienten amenazados por la idea de que otros lleguen más alto.

• Piensan que los demás existen sólo para servirles de una u otra manera.

• Incapacidad de detectar “las semillas de éxito” en los demás: Demasiadas personas no logran hallarla en sí mismas y, mucho menos, en los demás; por eso, no alcanzar a desarrollarse plenamente.

• Un concepto erróneo del éxito: El verdadero éxito consiste en conocer tu propósito, crecer hasta alcanzar tu máximo desarrollo y sembrar semillas para beneficiar a otros. La gente común no lo sabe. Se lo pasa bregando por llegar a un destino o adquirir más posesiones que sus vecinos.

• Falta de capacitación: El último por el cual mucho no ayudan a crecer a quienes lo rodean es que no saben cómo hacerlo.

Elevar a alguien a un nivel superior y ayudarlo a alcanzar el éxito implica más que proporcionarle información o destrezas.

Es un proceso complicado, porque estamos trabajando con personas. Sin embargo, comprender algunos conceptos básicos sobre la gente te abrirá las puertas para poder desarrollar las capacidades de otros.

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