ANALIZANDO LA MANERA DE PENSAR
Miguel Ángel Pla
Presidente y Director General – MPC
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Teléfono: (81) 83 78 47 10
Si cree que hay algunas cosas de las que no tiene control, haga algo.
Usted, en su condición de líder, debe ser el mayordomo de unos equipos y una cultura que sean positivos. Si se halla presente a una manera negativa de pensar en sus equipos, su cultura y su organización es porque usted está permitiendo que esté allí.
Así que comience por analizarse a sí mismo y preguntarse hasta qué punto se ha convertido en víctima del pensamiento negativo, tanto el suyo como el de otros.
¿Ha causado el mercado o alguna otra fuerza que comienza a experimentar alguna de las tres Ps?
•Personal: ¿Qué me habría hecho pensar que yo podría ser el líder? La razón por la que estamos estancados es que no estoy a la altura de esta tarea. ¿Qué me haría pensar que yo era lo suficiente hábil como para sacar esto adelante?
•Penetrante: Tal parece como si todo aquello en lo que estoy trabajando fracasara. Nada está marchando de la manera en que necesito que lo haga.
•Permanente: Aquí nada va a cambiar
Estas afirmaciones le podrán parecer extremas, pero todas son ejemplos de sutiles variaciones que pueden dar vueltas en su cabeza para seguir haciendo daño.
Su actitud y su manera de pensar son contagiosas. Si usted cree que es posible hacer algo, también lo creerá su gente. Si no lo cree, ellos tampoco.
Después de entrar en contacto con su propia manera de pensar, comience a mirar a su alrededor, a los que trabajan directamente con usted, su equipo y su cultura.
¿Percibe negatividad e incapacidad? Entonces hay que trabajar…
Usted y su equipo deben ver las realidades externas que existen, cualesquiera que sean, y comenzar a descubrir una respuesta a esas realidades que no sea producto de la incapacidad.
Como líder debe establecer un fuerte limite contra la tendencia a recibir todas las circunstancias con una incapacidad aprendida.
Tome nota: Cualquier obstáculo lo pueden superar usted y su equipo si logran que no comience a hacerlos sentir indefensos. El que esto suceda depende de usted y del grado en que sea capaz de fijar límites en contra del pesimismo y la incapacidad.