Las conductas adecuadas
Miguel Ángel Pla
Presidente y Director General
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Nuestras potencialidades individuales son resultado directo de nuestra autoestima. Lo que quiere decir que nos sentimos eficaces respecto a nosotros mismos. Si llegamos a adoptar mejor concepto de nosotros, esperaremos más de nosotros.
Este proceso de crecimiento da como resultado metas más agresivas, expectativas mayores y, por tanto, logros más impresionantes.
La consideración positiva de sí mismo parece ejercer su fuerza mediante la creación en los otros de una sensación de confianza y de elevadas expectativas.
La auto consideración positiva se relaciona con la madurez, pero preferimos la expresión “sabiduría emocional” a “madurez”. Madurez recuerda demasiado el momento en que se supera el comportamiento infantil. Pero nuestros líderes parecen retener gran parte de las características positivas del niño: el entusiasmo de la gente, la espontaneidad, la imaginación y una limitada capacidad para aprender nuevas conductas.
La sabiduría emocional, como hemos llegado a entenderla, se refleja en la manera de relacionarse con otras personas.
En el caso de nuestros noventa líderes, utilizaron cinco habilidades clave:
•La capacidad para aceptar a la gente como es, no como uno quisiera que fuera. En cierto sentido, eso podría considerarse como una medida de sabiduría (ponerse en el lugar de otra persona, comprender cómo son los otros en sus términos y siempre sin juzgarlos).
•La capacidad para enfocar las relaciones y los problemas en términos del presente y no del pasado.
•La capacidad para tratar a quienes están cerca con la misma atención amable que se daría a conocidos más lejanos y casuales. La necesidad de esta capacidad es en general la más evidente.
•La capacidad de confiar en los otros, aun cuando el riesgo parezca grande. La suspensión de la confianza suele ser necesaria como autoprotección.
•La capacidad para actuar sin la constante aprobación y el permanente reconocimiento de los demás. En particular en una situación laboral, la necesidad de aprobación constante puede ser perjudicial y contraproducente. Lo importante es la calidad de trabajo que resulta colaborar con ellos.
Se requiere de comprensión y ver claro que al poseer auto consideración positiva no ciega a uno para las cualidades menos deseables de los seres humanos; por el contrario, establece patrones para pensar en las posibilidades humanas. Ésa tal vez sea una manera de desarrollar una atmósfera de excelencia, de grandeza.