Espero un alto desempeño de mí mismo y de otros. Controlo la información y la gente de cerca para asegurar que se mantiene el progreso. Defiendo mis convicciones porque sé que tengo la razón. Si otros se oponen, trato de demostrarles dónde están equivocados. Cuando surgen conflictos, trato de acabar con ellos y que gane mi posición. Doy gran valor a la toma de mis decisiones y rara vez me dejo influenciar por lo que otros tienen que decir. Reacciono a los reveses echando la culpa a otros y aumentando mi control. Señalo debilidades y errores para medir a los demás.

Tomo cualquier acción que pudiera ayudar a respaldar los esfuerzos de otros. Busco la información que sugiere que todo está bien. Por el bien del acuerdo, no estoy inclinado a cuestionar lo que otros dicen. Acepto las ideas de los demás a pesar de que puedo tener mis reservas. Siento que es mejor dar respaldo que tener la razón. Evito generar conflictos, pero cuando surgen, trato de aliviar los sentimientos para mantener a la gente unida. Busco decisiones que mantengan las buenas relaciones y animo a otros a tomar decisiones que les complazcan. Superar reveses es difícil sin el respaldo de otros. Tiendo a exagerar en disculparme cuando cometo un error. Doy ánimo y ofrezco elogios cuando ocurre algo positivo pero evito decir algo negativo.

Busco mantener un ritmo firme y limito mi esfuerzo a lo cierto y probado. Solicito información para ver que opinan los demás con relación a un tema; esto me permite saber si mi forma de pensar está bien encaminada. Prefiero expresar mis convicciones solo después que la mayoría lo haya hecho. Cuando surge el conflicto, trato de encontrar una posición razonable que pueda ser aceptada por todos. Busco decisiones prácticas que otros encuentren aceptables. Si me enfrento con un revés, siento comodidad al compartir la responsabilidad con otros. Doy retroalimentación informal o indirecta para hacer que las cosas fluyan a un ritmo aceptable; si tengo que decir algo negativo, me aseguro de decir también algo positivo.

Hago lo suficiente para mantenerme, generalmente en respuesta a solicitudes de otros. Rara vez hago preguntas. Acepto lo que otros sugieren aún si tengo reservas. Mantengo mi propio consejo pero respondo cuando me preguntan. Rara vez expreso mis convicciones para que nadie esté pendiente de ellas. Mantengo una posición neutral o trato de estar al margen del conflicto. Dejo que otros tomen las decisiones o lo dejo en manos de la suerte. Cuando me enfrento a un revés, me retiro. Evito dar retroalimentación y rara vez crítico el trabajo de otros o el mío.

Espero que otros me sigan y aprecio a quienes respaldan mis esfuerzos. Espero que otros me mantengan informado y les muestro aprecio a quienes lo hacen; a quienes no lo hacen, les miro con un gesto de reclamo. Aunque pocas veces doy marcha atrás a mis convicciones, permito que otros expresen sus ideas de manera que pueda comprender sus puntos de vista y ayudarles a ver desde mi perspectiva. Reconozco el conflicto pero enfatizo la importancia de lo que yo propongo para traer a los demás alrededor de mi punto de vista. Aunque busco decir la última palabra en las decisiones, me tomo tiempo para escuchar lo que otros tienen que decir. Esto me permite mantener la lealtad y a la vez proporcionar el beneficio de mi experiencia. Cuando me enfrento a un revés me dirijo a la gente cercana a mí para buscar simpatía y respaldo. Cuando doy retroalimentación, espero que lo aprecien porque es por su propio bien. Motivo a otros y a mí mismo con un ánimo positivo y entusiasmo. Desaliento a quienes intentan cuestionar o retar mis puntos de vista.

Inicio las acciones que me benefician personalmente buscando intercambios con otros. Les ayudo a obtener algo que desean si me ayudan a obtener lo que yo necesito. Profundizo en áreas de interés particular para mí de una manera inquisitiva pero no amenazadora. Digo a los demás lo que quieren o esperan oír. Cuando surge un conflicto, cambio y doy la vuelta en un esfuerzo por evitarlo. Evito que me encuentren con “las manos en la masa”. Cabildeo mi punto de vista con otros para vender mi posición. Puedo ser persuasivo o valerme de amenazas para asegurar que mis deseos sean llevada cabo. Fallar es parte del juego, y generalmente lo manejo cubriéndolo, desviando la responsabilidad, y moviéndome, en vez de enfrentar a exponerme negativamente. Uso la crítica para motivar e inspirar a otros a seguir con la acción que me interesa. Tiendo a no contar con aspectos negativos de desempeño porque esto reduce el nivel de entusiasmo.