Trabajar con empleados difíciles es uno de los aspectos más complicados y frustrantes de la labor de cualquier jefe. Lidiar con alguien odioso puede ser complejo tanto para el líder como para el resto de los empleados.

Estos “vampiros de energía” consumen una cantidad excesiva de tiempo y recursos.

Los tipos más comunes

Lo más probable es que hayas trabajado con alguien que encaja en la categoría de “difícil”. Sigue leyendo para ver si reconoces alguno de los tipos más comunes de miembros odiosos de un equipo.

 1. Expertos profesionales. Son los que realmente creen que son la persona más inteligente en el equipo y, siempre, saben más que todos los demás sobre todos os temas.

3. Ultra competidores. Se enfrentarán con cualquier persona por cualquier motivo y no se detendrán hasta ganar. Como resultado, a menudo también son los acosadores o bullies de la oficina.

4. Quejumbrosos crónicos. Nunca tienen una buena palabra que decir sobre algo. Se esfuerzan para que todos sientan su dolor y muestran su mentalidad deprimente.

5. Complacientes eternos. Estos compañeros de trabajo están de acuerdo con casi todo, pero no hacen nunca nada.

6. Jugadores políticos. Son amigables frente a ti y luego te apuñalan por la espalda.

7. Reyes del drama. Altamente dramáticos y reaccionarios, usan sus emociones como una herramienta para manipularte.

Si esto parece extremo, piensa en los miembros de tu equipo que causan una sensación generalizada de tensión. Seguro pasas mucho tiempo pensando cómo manejar situaciones que involucran a un determinado miembro del equipo. Tal vez otros empleados acuden a ti con problemas que giran alrededor del mismo compañero de trabajo una y otra vez.

Todos estos escenarios apuntan a una persona difícil cuyo comportamiento afecta negativamente a tu equipo al reducir su productividad y moral.

El mapa que debes seguir

Evita el impulso de ignorar a estos malos empleados cuando los veas acercársete. Mejor permanece atento para reconocer los cambios que estos miembros del equipo provocan en ti y en los demás.

Deberás comprender que no existe una solución única para todos. Sin embargo, puedes usar el mapa de a continuación para guiar una conversación intencional sobre casi cualquier tema. Elige un lugar tranquilo y privado, respira hondo y trata de mantenerte lo más calmado y solidario posible.

  • Usa el lenguaje en primera persona. Comienza diciendo cosas como “He notado ____” y nombre el comportamiento. Nunca dirijas con “Tú eres un ____”, pues es una frase que denota un tono acusatorio.
  • Indica en términos claros, de causa y efecto, por qué el comportamiento es perjudicial para el equipo y / o la organización.
  • Explica tranquilamente el cambio que debe ocurrir. Describe el beneficio anticipado para el empleado y para el equipo que vendrá con ese cambio. También establece qué pasará si el comportamiento no cambia. No estás emitiendo una amenaza. Simplemente estás informando al empleado sobre las expectativas y sus consecuencias naturales

Es posible que puedas alcanzar un punto de no retorno, cuando apagar continuamente los “incendios” que esta persona esté generando te empiece a quitar demasiada energía o tiempo para atender otras tareas. Si tratas con la misma persona una y otra vez pero no ves un progreso, tienes una buena razón para tomar un rumbo diferente. Este ciclo habla de planes de buena fe y confianza rota. Y una vez que no puedes confiar en alguien, es prácticamente imposible reparar el daño y trabajar juntos. Rara vez es una elección sencilla. Pero puede que le estés dando a la persona la libertad que necesita para encontrar un ajuste adecuado en otro lugar.

La dura verdad

Aunque no queramos, veamos la otra cara de la moneda. ¿Estás seguro de que no eres tú el que es un compañero de trabajo odioso? Piénsalo bien. Podrías darte cuenta de que te cuesta llevarte bien con varias personas en el trabajo. O quizás estés constantemente en el centro del drama. ¿Demeritas regularmente las metas de tu empresa? ¿Menosprecias a tu jefe o cuestionas la inteligencia del resto de tus compañeros? La confianza es algo bueno, pero nadie quiere trabajar con un colega arrogante. No importa si ella o ella tiene la mente más brillante en el campo.

Si te sientes identificado con algo de esto, no sufras porque hay esperanza. No eres una persona horrible y perezosa destinada a perderte el éxito profesional. Es posible que no estés en el trabajo ideal o tu personalidad no se alinee con el estilo de tu jefe o los valores de la compañía. Quizás estás trabajando en la industria equivocada o en el trabajo equivocado para tus habilidades. Un cambio de escenario podría permitirte enfocarte en tus fortalezas y encontrar un lugar de trabajo que sea mejor para ti.

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